Lesión Meniscal

La rodilla es una de las articulaciones más grandes del organismo y una de las más complejas.

Por la cantidad de estructuras y el uso que se le da, está muy expuesta a lesiones. Los meniscos son una de las partes mas frecuentemente lesionadas y que más demanda tratamiento.

Las rupturas de meniscos son muy frecuentes en atletas que practican deportes de contacto, pero no es exclusiva de ellos, ya que en cualquier edad se pueden presentar.

Anatomía

La rodilla está formada por tres huesos, el fémur, la tibia y la rótula. Entre el fémur y la tibia se encuentran los meniscos, uno en el compartimiento medial y otro en el lateral.

Su función es absorber impactos, amortiguación, mejorar la congruencia entre la tibia y el fémur además de servir como estabilizador mecánico.

Son formados por un fibrocartílago especializado para cumplir estas funciones, tienen una vascularización pobre lo que dificulta su cicatrización luego de lesiones. Su vascularización se divide en tres zonas: la más externa con mayor vascularización se denomina la zona roja-roja, la zona intermedia con moderada vascularización se denomina zona roja-blanca y la zona más interna con mínima vascularización se denomina zona blanca-balanca.

Aspecto

Las rupturas se describen según su apariencia. La ruptura longitudinal va de adelante a atrás, en pico de loro, en forma de colgajo, transversa, en asa de balde etc. (Ver imagen)

Causas

En personas jóvenes la principal causa es traumática en deportes de contacto, al hacer rotaciones súbitas con gran aceleración, traumas directos o flexiones forzadas. Muy frecuentemente asociado a otras lesiones como rupturas ligamentarias y lesiones de cartílago.

En pacientes mayores generalmente se da con actividades de baja energía como rotaciones, flexiones o sobreusos. Secundario a cambios degenerativos intrínsecos del menisco.

Síntomas

Generalmente asociado a dolor severo, traquido que puede ser audible, pero en algunos casos el dolor puede ser progresivo hasta que se presenta la incapacidad funcional. En las lesiones traumáticas generalmente hay dolor agudo, intenso, asociado a derrame articular y limitación funcional importante. En las lesiones con base degenerativa el dolor puede ser mas progresivo, lo mismo que la incapacidad funcional.

Cuando se presenta un fragmento libre o parcialmente libre puede producirse bloqueo o inestabilidad con incapacidad para realizar el arco de movimiento completo.

Examen físico

Puede encontrarse derrame articular, atrofia muscular del cuádriceps, limitación a la flexión o extensión de la rodilla, marcha con cojera, dolor al palpar la inter línea articular (Línea entre el fémur y la tibia). Las maniobras meniscales se encuentran positivas (maniobras de flexión, extensión y rotación de la rodilla, desencadenan dolor y traquido)

Imaginología

Rayos X: Examen de primera línea que no deben faltar en toda rodilla dolorosa o traumatizada, aunque no podamos ver a los meniscos, nos pueden dar una idea de estos y adicionalmente nos van a descartar otras lesiones asociadas como fracturas, infecciones óseas, tumores, enfermedades inflamatorias o degenerativas.

Ecografía: No de rutina en este tipo de causas de dolor en rodilla, no tiene mucha utilidad en la rodilla traumática o dolorosa.

Imagen por resonancia magnética IRM: El examen de elección para evaluar meniscos y tejidos blandos en la rodilla. Nos da una idea del tipo de ruptura, de lesiones asociadas y nos puede ayudar a determinar el origen en muchos casos.

Tratamiento

Depende del tipo de ruptura, el tamaño, la localización y la sintomatología. La respuesta al tratamiento depende del sitio de la ruptura; aquellas que se presentan en la zona roja-roja pueden cicatrizar mas fácilmente por ellas mismas, a diferencia del las que se presentan en las otras zonas y de igual manera las lesiones longitudinales cicatrizan mejor que las transversales o en pico de loro. Esto es debido a mejor vascularización que se encuentra en la periferia del menisco y a las fuerzas mecánicas que en el caso de las lesiones longitudinales en general tienden a comprimir la lesión y no a separarla como en las lesiones transversales.

La edad, el tipo de ruptura, la actividad y las lesiones asociadas también son factores determinantes para tomar la decisión.

Tratamiento conservador:

Aquel que se realiza sin cirugía, se deja para lesiones pequeñas, estables, en la periferia y sin otras lesiones asociadas.

Se utiliza el protocolo RICE:

Reposo: Se caracteriza por disminuir la actividad, restringir o disminuir el apoyo protegiéndolo con muletas

Hielo (Ice): Utilizar hielo mínimo 3 días con intervalos de descanso, pueden ser 20 minutos con hielo descansando 10 minutos, siempre protegiendo la piel.

Compresión: Utilizar vendajes elásticos o rodilleras elásticas para limitar el edema y el sangrado interno (Hemartrosis)

Elevación: Reduce el edema, la idea es mantener el pie mas alto que la cadera, incluso a nivel del corazón.

Medicamentos:

Anti-inflamatorios no esteroideos parenterales u orales reducen el edema y el dolor

Fisioterapia:

Los medios físicos, el estiramiento y las contracciones musculares isométricas en las fases iniciales mejoran el dolor y el edema.

Tratamiento Quirúrgico

Para casos de rupturas mayores o aquellas que no mejoren con el tratamiento conservador.

La artroscopia es el método de elección para el manejo quirúrgico de las rupturas de meniscos. Por mínimas incisiones se introduce una pequeña cámara de video en la rodilla.

Con esta se pueden observar múltiples sitios dentro de la articulación que de otra manera sería muy difícil y traumático hacerlo. Por otra pequeña incisión se introducen pequeños instrumentos quirúrgicos que permiten hacer la reparación requerida.

Se pueden realizar dos tipos de procedimientos en los meniscos, uno es resecar el fragmento roto de forma parcial para preservar el resto de menisco o realizar una sutura y así salvarlo.

La elección de uno de estos dos depende de las características de la ruptura, el tiempo de evolución, la edad del paciente etc.

Rehabilitación

Luego de la cirugía puede usarse una ortesis o un vendaje elástico, se inicia un programa de terapia física para disminuir el edema, el dolor, mejorar el movimiento, la elasticidad y la fuerza muscular.

Pronóstico

En general es bueno, pero depende mucho de la magnitud de la lesión, la edad del paciente, las lesiones asociadas, la motivación del paciente y el programa de rehabilitación seguido. Adicional a la biología de cada uno que en definitiva es la que cicatriza estas lesiones.